BAJA VISIÓN

LO IMPORTANTE ES AYUDARTE A RECUPERAR SU AUTONOMÍA PERSONAL;
¿QUÉ ES LA BAJA VISIÓN?

Si  un familiar o tu mismo tienes baja visión, si puede volver a disfrutar de la vida y de sus aficiones.

La baja visión  es la limitación visual que provoca que no se pueda realizar las actividades de la vida cotidiana de forma normal; que no puede ser corregida con gafas y/o lentes de contacto convencionales y tratamiento médicos o quirúrgicos. Puede estar causada por distintas patologías, malformaciones congénitas o accidentes.

Las personas con Baja Visión que mantienen cierto grado de visión útil pueden aprender a utilizar ayudas ópticas para que les resulte más fácil realizar tareas como la lectura, ver la televisión, la costura o coger el autobús.

Tipos de ayudas: ayudas ópticas montadas en gafas especiales, filtros, lupas, telescopios de aumento especial, atriles y lámparas para mejorar el contraste o el deslumbramiento y la postura, lupas electrónicas de aumento, ayudas no visuales (reloj parlante…)

Este tipo de visión suele darse con más frecuencia en personas de edad avanzada, como consecuencia de algunas patologías (degeneración macular, retinopatía diabética, cataratas, glaucoma atrófico degenerativo, retinosis pigmentaria, miopía magna o desprendimiento de retina). También pueden necesitar ayudas de baja visión personas más jóvenes que padezcan las patologías indicadas, o que hayan pasado por procesos quirúrgicos que afecten a la visión. Por eso, le recordamos la importancia de una revisión anual.

Con una adecuada ayuda a la baja visión se puede aprovechar al máximo la visión que queda, recuperando la autonomía personal y logrando con ello desenvolverse mejor en la vida cotidiana. Te ofrecemos información en profundidad sobre baja visión y buscamos soluciones adaptadas a su disfunción visual.

Nuestros profesionales están en constante formación y han recibido formación específica en el Instituto de Baja Visión y en la Sociedad Española de Especialistas en Baja Visión, actualizando sus conocimientos para poder ofrecer las soluciones más avanzadas posibles e incorporar las últimas novedades tecnológicas en el ámbito de la baja visión.

Somos socios de SEEBV, la Sociedad Española de Especialistas en Baja Visión.

¿Cómo funciona el servicio de Baja Visión?

  • Evaluación de baja visión y prescripción de ayudas. Después de analizar su visión se valoran sus capacidades frente a sus necesidades y se prescriben las ayudas necesarias para conseguir sus objetivos
  • Entrenamiento de sus ojos. Le ayudamos a sacar mayor partido a su visión proponiéndole ejercicios para aprender a mirar por la zona del ojo que tiene mayor visión.
  • Entrenamiento con las ayudas. Se le enseña a utilizar las ayudas ópticas o no ópticas correctamente para poder retomar sus aficiones preferidas. Por ejemplo, algunas personas con baja visión hace tiempo que no leen el periódico, que no pueden ver lo que pone en el ticket de la compra o tiene dificultad para comer por no distinguir lo que hay en el platoUsted valora las ventajas y los inconvenientes de las ayudas que le ofrecemos y posteriormente decide las ayudas que se compromete a utilizar.
  • Seguimiento y revisión. Nos ponemos en contacto con usted para asegurarnos que el rendimiento con las ayudas es el adecuado y revisamos su visión anualmente.

Las personas con baja visión necesitan un buen contraste. Colores amarillos y negros los distinguen mejor.

PREVENCIÓN DE PROBLEMAS DE SALUD OCULAR

Los ojos y en particular la visión sufre los efectos nocivos de las radiaciones solares y, en particular, la luz azul, dañina incluso en días nublados. Existen tres familias de rayos luminosos emitidos por el sol: los ultravioletas, los rayos visibles y los infrarrojos. Todos son nocivos para los ojos ya que pueden causar lesiones en la retina, cataratas, deslumbramiento y pérdida de contraste.

La única manera de proteger los ojos del sol es la utilización de gafas protectoras que filtren las radiaciones solares. Sin embargo, no todas son eficaces y, lejos de proteger, algunas pueden ser contraproducentes y causar daños irreversibles. Un filtro solar mal elegido puede ser altamente nocivo.

La última generación de filtros de las que disponemos presenta notables avances frente a las gafas de sol convencionales. Ante todo, los nuevos filtros tienen en cuenta el uso que se les vaya a dar, así como las condiciones visuales del usuario y su edad. Se caracterizan por permitir la transmisión de la luz visible, pero eliminando los ultravioletas y la luz azul, son ópticamente neutros o bien con la prescripción requerida por el paciente y resistentes al rayado, la rotura y los impactos. Las gafas de sol convencionales no solucionan el problema del deslumbramiento. El problema radica en que, en condiciones de gran luminosidad, el ojo no está convenientemente protegido de la luz ultravioleta ni de la luz azul, aunque las lentes sean muy oscuras. En condiciones de iluminación media, la protección de la luz UV y de la luz azul resulta insuficiente y la disminución del contraste dificulta la visión con nitidez.

La última generación de filtros de las que disponemos presenta notables avances frente a las gafas de sol convencionales. Ante todo, los nuevos filtros tienen en cuenta el uso que se les vaya a dar, así como las condiciones visuales del usuario y su edad. Se caracterizan por permitir la transmisión de la luz visible, pero eliminando los ultravioletas y la luz azul, son ópticamente neutros o bien con la prescripción requerida por el paciente y resistentes al rayado, la rotura y los impactos. Las gafas de sol convencionales no solucionan el problema del deslumbramiento. El problema radica en que, en condiciones de gran luminosidad, el ojo no está convenientemente protegido de la luz ultravioleta ni de la luz azul, aunque las lentes sean muy oscuras. En condiciones de iluminación media, la protección de la luz UV y de la luz azul resulta insuficiente y la disminución del contraste dificulta la visión con nitidez.

Tenga o no dificultades de visión le recomendamos la prevención mediante el uso de filtros ópticos.

¿Para quién?

  • Para personas con síntomas visuales, como sensibilidad a la luz solar intensa o sensibilidad a luz artificial (ordenador, faros de coches…)
  • Para cualquier persona preocupada por su salud visual.
  • Para personas en situación de extrema exposición solar, como la práctica de deportes de agua, montaña, pesca o exposición en la playa.
  • Para personas con serios problemas visuales, que les dificultan el contraste, reconocimiento de caras, y adaptación luz-oscuridad.